Hablo Jehová a Moisés, diciendo: Manda a los hijos de Israel, y diles… (Número 28. 1, 2).
Dios hablo a Moisés para darle una gran cantidad de leyes para el pueblo Israel. Lo hizo porque quería bendecir al pueblo. Quizás tú te preguntes:¿ cómo es eso? ¿Por qué tuvo que hacer todo eso si solo quería bendecirlos? ¿Por qué sencillamente no los bendijo y ya? Piensa en eso. Dios es santo. El tiene regulaciones para la vida. Él no va a bendecir el pecado. Él no va a tener una cantidad de personas yendo por ahí haciendo lo que se les ocurre para después bendecirlos como si nada. Las leyes no solo existen para que Dios pueda hacer de <<jefe>> y despachar órdenes a su pueblo. Son condiciones necesarias para la bendición que viene por vivir en SANTIDAD. La ley judía tenía 613 puntos o reglas que había que obedecer antes que una persona pudiera acercarse a Dios. ¡IMAGINATE!. Imposible que alguien pudiera cumplir con todas las demandas de la ley. Cuando Jesús vino, el cumplió la ley. Los 613 puntos. Cuando Jesús vive en ti, cada regla es obedecida. La ley es satisfecha y tú puedes allegarte a Dios. Eres libre porque has cumplido todas estas reglas. Jesús lo ha hecho por ti.
Busca y lee:
· Éxodo 20
· Deuteronomio 5. 1-22
· 1 Crónicas 22. 13
· Romanos 10. 4
· Gálatas 3-5